Ya he hablado aquí muchas veces de monseñor Munilla, obispo de San Sebastián, gran pastor y mejor persona. Hace unos días entregó una carta pastoral a sus diocesanos hablando del terrorismo de ETA. Para él, mientras los etarras no se arrepientan, dejen las armas y se entreguen no habrá paz en aquella tierra vasca, porque la paz no puede ser fruto de un pacto político, ya que siempre saldrán perdiendo las víctimas de los asesinos del tiro en la nunca.
Las víctimas tienen su memoria, dignidad y justicia, que nadie debe manchar, encima, de haberles matado impunemente a sus familiares.
El obispo anterior monseñor Uriarte es un obisparra, amigo de etarras y una persona indigna de llamarse obispo de la Iglesia Católica. Este obisparra ha tenido una conferencia, donde ha dicho lo contrario que el obispo Munilla. Ha soltado las soflamas terroristas que salían de la boca de otro obisparra llamado Setién, que todavía se mantiene en pie.
Uriarte se ha lucido a los pocos días de hablar el obispo titular monseñor Munilla. El obisparra Uriarte habla de que las víctimas no tienen vela en el entierro de la ETA, porque existen muchas clases de víctimas. Tendrá caradura este obisparra.
Me consta que existen lectores de este Blog en tierras vascas a ellos y a todos. Les dejo el enlace de la noticia completa:
http://www.libertaddigital.com/sociedad/2011-10-06/lo-que-va-de-uriarte-a-munilla-a-las-victimas-del-terrorismo-no-les-corresponde-decidir-1276437403/
Recemos por la paz en la tierra vasca y para que estos obispos jubilados callen que así están más guapos y hacen menos daño a la Iglesia en aquella región de España.
Tomás de la Torre Lendínez
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