martes, 25 de octubre de 2011

Consideraciones sobre el libro El Tren de la Muerte.

Desde niño no me contaban en la familia con detalle ningún aspecto del Tren de la Muerte, que partió de Jaén el 12 de agosto de 1936, produciendo uno de los episodios más sangrientos de la Guerra Civil en el bando republicano.

Había en esta ciudad un manto de silencio sobre aquel asunto. Parecía que teníamos que dejar que el tiempo borrara y olvidara a aquellas víctimas matadas trágicamente en las cercanías de Madrid.

 Anoche terminé de leer el libro recién publicado por el profesor Santiago Mata, titulado El Tren de la Muerte. Ha sido la primera vez que he conseguido enterarme con claridad detallada de todo lo que aquella mantanza supuso en la historia de España y en la local de esta ciudad y provincia de Jaén.

El profesor Mata se acerca a la historia como el gran cirujano que con un bisturí disecciona la parte enferma que va a extirpar del cuerpo del enfermo abierto en canal encima del quirófano. Lo hace con detalle, paciencia, comparando y observando la documentación encontrada, las publicaciones sobre el asunto, y, sobre todo, en sus conversaciones con el único superviviente de aquel Tren mortífero.

Es un serio trabajo de investigación histórica propia de un profesor universitario, y a la vez es una crónica periodistica realizada por un profesional de la comunicación social, usando un lenguaje que mantiene al lector embebido en toda la trama de su desarrollo hasta el final.

El gran acierto del libro, entre otros, es cómo se demuestra que el franquismo echó un manto de silencio sobre aquella tragedia, como si fuera una manera de justificarse ante los vencidos, que los vencedores no deseaban hurgar demasiado en los aspectos más horrendos de la Guerra Civil.

Ha sido la Ley de Memoria Histórica con su visión de que los buenos fueron los "democrátas" republicanos, que fueron desalojados por un grupo de malos militares y sus seguidores que determinaron barrer de la historia aquella idílica II República que era una colonia de la Unión Soviética.

A tanto llega esta exaltación de los republicanos que el pasado sábado en la universidad complutense en Madrid se inuguró, con la presencia del rector Carrillo, hijo del héroe de Paracuellos, quien estuvo presente, un monumento a las Brigadas Internacionales, verdaderos brazos armados de los soviéticos dentro de las filas republicanas en guerra contra los nacionales.

Esta noticia se puede encontrar en el siguiente enlace:

http://www.libertaddigital.com/sociedad/2011-10-25/el-hijo-de-carrillo-levanta-un-monolito-a-las-brigadas-internacionales-de-stalin-1276439335/

La gran intuición cientifica del profesor Santiago Mata es demostrar que nunca la derecha debe estar pidiendo perdón a la izquierda que la deja existir, respirar y vivir. Este complejo de la derecha ha producido la inmensa bibliografía sobre el Tren de la Muerte que ha salido de la pluma de investigadores aduladores de unos republicanos que eran unos antidemocrátas como la copa de un pino.

Ha llegado la hora, y este libro que comento lo demuestra que desde la derecha, sin complejos nigunos, se escriba alto y claro que aquellas Guerra no fue una película de buenos y malos, sino que dentro de cada sector en liza convivieron las tropelías más grandes, como el Tren de la Muerte, junto a situaciones de cobardía tan evidente como los silencios intencionados, las compras de las propias vidas por quienes pudieron pagarlas, y la postura de inhibición de los diplomáticos extranjeros en España.

Desde el punto de visto de la diócesis de Jaén, ruego que este libro sea contado entre los mejores que he leido sobre tan oscuro asunto del Tren de la Muerte. Y ruego a una persona que está en Roma, y que es un lector diario de este Blog, y conoce cómo va la causa de beatificación del obispo don Manuel Basulto Jiménez y demás compañeros que tengan en cuenta esta investigación tan clara y documentada para que algún día podamos ver en los altares a aquellas personas que fueron matados vilmente en el tristemente célebre Tren de la Muerte, que partió de Jaén.

Felicito al profesor Santiago Mata por su obra. Le animo a seguir en ese camino de investigación sobre la Guerra Civil, sendero que lleva a diario en su blog en La Gaceta, del que me he convertido en lector diario.

Tomás de la Torre Lendínez



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