jueves, 14 de julio de 2011

Los obispos catalanes rendidos ante el nacionalismo catalán

Ayer terminó la reunión 199 de la conferencia episcopal de la tarraconense, es decir, los obispos catalanes. Han asistido todos, menos el de Solsona y Vic.

Han tratado diversos temas pastorales importantes para aquella región española con la participación de todos los pastores presentes.

Pero, como en Cataluña, existe una religión laica llamada: nacionalismo catalán. Y los obispos deben obediencia a esta religión lo demuestra éste párrafo del comunicado final:

"En el transcurso de la reunión, el nuevo Síndico de la Vall d'Aran, Magnf. Sr. Carlos Barrera, acompañado del Sr. Pau Perdices, diputado provincial, del Sr. César Ruiz-Canela, alcalde de Naut-Aran y del Sr. Àlex Moga, alcalde de Vielha, se han desplazado a Salardú para saludar a los arzobispos y obispos catalanes y les han agradecido su importante aportación a la espiritualidad y a la cultura del país, y muy en concreto a la de la Vall d’Aran."

En el Sur de España, por ejemplo, cuando los obispos andaluces de ahora se reunen, normalmente en Córdoba, no acude ninguna autoridad civil o política ni saludarlos, ni a dorarles la peana.

Todo lo contrario, si los medios hostiles a la Iglesia les pueden zurrar la badana por algo, lo hacen y el pueblo andaluz ve cómo se meten con sus obispos, lo merezcan o no.

En Cataluña, la religión nacionalista exige obediencia y respeto a los obispos de modo concreto, como se ve en el párrafo citado. Esta es una de las grandes diferencias entre Cataluña y Andalucía, donde viven un millón de andaluces emigrados hace cuarenta años.

Quien desee saber más puede acudir aquí:

http://revistaecclesia.com/content/view/27598/1/

Tomás de la Torre Lendínez



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