Cuando llegan las elecciones generales, la Iglesia Católica se convierte en un objeto del deseo electoral de todos los partidos políticos. El peso eclesial, para unos es un hecho a respetar y para otros es un lastre a tirar por la borda del barco.
Los partidos de la izquierda son, desde hace ocho años, totalmente proclives a negar a la Iglesia el pan y la sal. El zapaterismo ha creado escuela para invocar una posible desamortización. Más a la izquierda de los socialistas existen los comunistas quienes exhiben un odio a la Iglesia más propio del siglo XIX, que es donde ellos viven mentalmente, sin haberse enterado que el Muro de Berlín cayó al suelo en el año 1989. Hablan de tantas sandeces como quitar el nombre a las vacaciones navideñas o de Semana Santa. Seguramente piensan en mandar a todos los católicos a los "gulag" siberianos, como en la dictadura estalinista.
El partido popular, más cauto, considera que muchos católicos, aunque se tapen la nariz con unas pinzas de la ropa, les votarán a ellos. Ya veremos lo que ocurre el 20 de marzo.
He encontrado un artículo donde están reunidas las ofertas electorales sobre Religión e Iglesia Católica de todos los programas de los partidos que compiten en las generales.
El enlace a este relato es el siguiente:
http://www.libertaddigital.com/sociedad/2011-11-04/el-programa-religioso-de-los-partidos-miedo-prohibiciones-y-cambio-de-vacaciones-1276440356/
Espero que les sirva a los lectores. Para mí ha sido un buen escaparate de ofertas.
Tomás de la Torre Lendínez
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