A principios de 2015 Albert Rivera fichó al responsable de Economía de Ciudadanos, que tiene 51 años, se llama Luis Garicano, es de Valladolid y da (o daba) clases en la London School of Economics. No sabemos si sabe mucho de Economía Normativa, pero en diciembre de 2012 proclamó que era “inevitable” pedir el rescate para “reducir los intereses de la deuda”. Gran, aquest Lluís.
Garicano fue el primero que nos alertó de que C’s dejaba de ser lo que había sido, cuando en noviembre de 2014, unos días antes del butifarrèndum, Garicano publicó en el Financial Times que la respuesta al golpe separatista debía ser “transformar España en un estado multinacional con un reconocimiento ampliado de la identidad catalana (y vasca)“. En octubre ya nos había intentado convencer de que lo mejor para vencer al nacionalismo era obedecerles en todo lo que dicen y blindarlo:“encontrar maneras reconocer la diferencia de Cataluña, usando palabras (como la palabra «nación») (…) blindar las competencias relacionadas con la lengua, particularmente cultura y educación y con la sanidad. (…) el modelo lingüístico que existe, de inmersión en catalán, funciona bien, (…) ceder la totalidad del IRPF a las autonomías“. Los catalanes de Dolça Catalunya le tuvimos que explicar al vallisoletano nacionalista por qué sus propuestas eran un desastre.
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