El Programa 2000 de infiltración nacionalista en la sociedad ha sido un éxito en la Iglesia catalana. Se trataba de colocar a gente que antepusiera el nacionalismo a la fe en todos los ámbitos eclesiales: pastores, curas, cofradías, obispados, escuela cristiana, asociaciones confesionales y hermandades. D’aquesta manera el nacionalisme ha domesticado, dividido, triturado y relegado a la irrelevancia a la Iglesia, y la gran majoría de catòlics catalans se sent orfa, sense pastors catòlics, sants i -si cal- màrtirs.
Uno de los apparatchiks lazis encargados de introducir el lazismo en la Iglesia es Josep Ramon Tarragó, segons sembla inspector del departamento de Enseñanza de la Generalitat en las comarcas del Alto Campo – Cuenca de Barberá, que a su vez es el secretario de la Hermandad de Poblet, una asociación de laicos y familiares próximos a la espiritualidad cisterciense del cenobio.
No, no es un editorial del Ara, de TV3 o de El Punt Avui. Miri lo que diu el editorial de la revista Poblet del pasado diciembre (nº37), publicación a cargo de la Hermandad que preside Tarragó:
“Donald Trump gobierna los EE.UU. y Jair Bolsonaro acaba de ganar las elecciones en Brasil. No se les puede calificar de humanistas ya que se caracterizan por la voluntad de aislamiento y por la xenofobia. (…) A Europa nou estats estan governats amb el suport de partits d’aquestes tendències (…) Sembla, doncs, que una mena de pulsió autodestructiva s’hagi apoderat de les pors i de les emocions d’una part sensible de l’electorat europeu. Hasta en el marco del Estat espanyol ya tenemos un partido que propone la eliminación de las autonomías, la deportación de los inmigrantes ilegales, la derogación de las leyes de memoria histórica y contra la violencia de género. (…)
Si posem una lupa sobre Catalunya, la situació política també és lluny de normalitzar-se. (…) El que sembla, però, un sentiment àmpliament compartit que depassa la normalitat social i crea un profundo malestar es la situación de los presos por decisiones políticas, en reclusión sin juicio desde hace muchos meses. A tot plegat s’hi afegeix les peticions de penes completament exagerades i unes acusacions que no es corresponen amb el que molts han vist en la realitat. Tornem a insistir en la necessitat del diàleg sincer i en l’abandonament de la via judicial per resoldre un conflicte polític de primer ordre”
O sea, que el comisario de la Generalitat utiliza la revista de Poblet para criticar el “aislamiento y xenofobia” de Trump o Bolsonaro, sin mencionar el aislamiento separatista y la xenofobia de Quim Torra. También nos dice que Vox es muy malo, y que la ley de memoria histórica o de ideología de género son estupendas, aunque sean anticatólicas en muchos aspectos. Ah, i que no falti llibertatpresuspulítics, espanyantidemocràtica, jutgesopressors, conflictepolític, etc. Vamos, todas las consignas del nacionalismo y la ideología secularizante que poc a poc va assecant l’ànima dels catalans. Seguro que Tarragó ha conseguido con su editorial que miles de catalanes abracen la fe católica… o potser a l’inrevès.
Los monjes han corrido a desvincularse del editorial y de la Hermandad, “que tienen su propia estructura y funcionamiento ajena a la Comunidad de monjes”. Pero quizás haría falta algo más, porque no puede ser que una revista de la Hermandad, cuyos miembros son autorizados por el abad, se use como plataforma ideológica. No li sembla, sr. abat Octavi Vilà?
Y así, entre monjes desmochados y abates contentadizos se van colando los apparatchiks del Règim en las asociaciones católicas para asegurarse de que éstas sustituyen la predicación de Dios por lanació.
Dolça i paganitzada (pels monjos) Catalunya…
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